Artista: Detroit Cobras
Álbum: Mink, Rabbit or Rat
Año de publicación: 1998
Sello: Sympathy for the Record Industry
Lo de esta gente bien podría calificarse como arqueología musical, una labor que empieza por mancharse las manos de polvo, revolviendo en los cajones de saldo en tiendas de discos de segunda mano para acabar rememorando a grandes artistas del rhythm and blues.
La etiqueta de coverband nunca gustó a Detroit Cobras, y con razón, pues lleva implícita cierta connotación despectiva que no les hace justicia. Aquí no se ha ido a fusilar e imitar los temas de un artista de éxito, más bien al contrario, han buscado en lo más profundo de la música negra, rescatando temas que prácticamente estaban en el olvido, y los han pasado por el tamiz del garage, del garage al estilo Detroit claro.
Las canciones de Marvelettes, Shangri-Las, Shirelles, Irma Tomas o Gino Washinton parecen otras, en parte gracias a ese sonido guitarrero, sucio, que forma un cimiento sobre el que se asientan las composiciones, dando una uniformidad que lleva a pensar que efectivamente, los temas son propios.
El entorno influye, el ruido de Detroit, la ciudad del motor y de la música, hoy más silenciosa desde la deslocalización industrial, forjó un sonido característico en la década de los noventa, con bandas como White Stripes, Oblivians, Gories, Elvis Hitler… y Detroit Cobras tienden un puente entre ellos y el mítico sonido de la Motown.
Componentes: Rachel Nagy (Voz); Maribel (Mary) Ramirez (Guitarra y Coros); Steve Shaw (Guitarra y Coros); Jeff Meier (Bajo); Damian Lang (Batería y Coros)