Mind Game (2004). Masaaki Yuasa.
El joven pardillo Nisha aspira a ser un artistazo del Manga. Una noche, su prometida, la exuberante Myon, le lleva al restaurante de su padre y hermana, allí aparecen un par de peculiares yakuzas que vienen a cobrarse una deuda… comienza el desenfreno.
Adjetivos para calificarla: delirante, divertidísima, histriónica, original, violenta, psicodélica, sensual, poética, caótica, transcendental, soez, surrealista, transgresora, emotiva.. .y me quedo corto. La productora Studio 4ºC no realiza más que joyas y esta es de las más destacables, anterior a Tekkonkinkreet con la que comparte cierto estilo. No se cortan en combinar las más diversas y novedosas, hasta la fecha, técnicas de animación creando un festival audiovisual, llevándote al deleite. De la trama te dan lo justo para que el espectador encaje las piezas (sorprendentemente encajan) y pueda seguir el ritmo frenético, con momentos brutales, con paradas claro, nada aburridas y así puedas coger aire, solo para llevarte a un apoteosis final.
Me gusta los guiños muy creativos que se hacen a otras películas y cuentos, y seguramente a otras cosas que se me escapan. La música, como no, está acorde en ese discurrir de las imágenes, hay hasta bossa nova( «Cómo estás»…jajaja). Una apuesta arriesgada la de este realizador que rompe con los cannones del anime clásico y renovándolo. Yo no he visto en la vida cosa igual y no te queda otra que quedarte con la boquita abierta.