No sé cómo, Scotty Ashenton (batería de los Stooges) acabó debiendo dinero a una banda de motoristas, e iban a ir a por él. Querían darnos una paliza, robarnos el equipo y destrozar el lugar.
Era como sitiar la Fun House. Convertimos la casa en un fuerte. Pusimos contrachapado en las ventanas y reunimos un montón de armas, escopetas, pistolas, de todo.
Los primeros días hacíamos turnos de vigilancia […] La cosa era que para entrar en la casa teníamos que romper el cerrojo y luego volver a montarlo, para que nadie entrase. Así que la puerta cada vez tenía más agujeros.
Estábamos sentados en el sofá, y había una foto de Elvis en la pared. Scottie la miraba fijamente. De repente, cogió la escopeta y ¡BOOM!, agujereó a Elvis. Todos abrimos fuego y dejamos la pared llena de agujeros.
De pronto, oímos unos gritos, “¡Alto el fuego!”. No sabíamos que John Adams (roadmanager de los Stooges) estaba durmiendo en el sótano. Apareció totalmente cubierto de yeso, gritando, “¿Qué cojones está pasando?”.
Cuando nos enteramos de que el ayuntamiento iba a derribar el edificio, lo volamos a tiros.