Si hay un estilo musical que definitivamente ha sido el alma de gran parte de la música americana durante el siglo XX, e indispensable para el nacimiento del Rock & Roll, sin duda, ese es el BLUES, con mayúsculas.
Esta afirmación posiblemente no os extrañe. Probablemente os suene como un argumento conocido, familiar. Podréis estar más o menos de acuerdo con él, y sin embargo lo aceptáis como un paradigma universalmente extendido y aceptado. Sin embargo, daos cuenta de una cosa. Durante las últimas semanas, he ido poniendo sobre la mesa una serie de formas musicales, una serie de sonidos que, considero, han contribuido de forma esencial en la gestación y construcción del Rock & Roll, y sin embargo, hasta ahora no me había referido al Blues como un estilo musical concreto, sino más bien como un poso, un matiz, un espíritu subyacente.
He hablado antes de músicas como el Boogie Woogie, el Góspel o el Jazz. Y (espero) habéis podido apreciar que el Blues es, en cierta parte, un elemento consustancial en todos ellos. También del Country (más de lo que podáis imaginar) y, por supuesto, del Rock & Roll.
Esta demora en tratar el Blues en mis artículos, no es casual. Cuando hace años empecé a interesarme y a leer acerca de los orígenes de la música Rock, en parte lo hice motivado por resolver ciertas dudas, ciertas cuestiones que no me cuadraban demasiado. Me explico. Cuando uno lee o escucha hablar sobre los orígenes del Rock & Roll, es fácil que se encuentre con la tesis de que el Blues sería algo así como el padre del Rock & Roll, y que bajo la influencia de Robert Johnson o Muddy Waters surgieron gente como Chuck Berry, Little Richard o Jerry Lee Lewis. A mí esta afirmación me parecía, y me sigue pareciendo, demasiado precipitada y me hacía pensar que se estaban obviando muchas cosas que ocurrieron en medio. Por eso ahora, escribiendo yo sobre las raíces del Rock, me he referido en primer lugar a otras ramas del árbol más olvidadas. De hecho, me parece más cercano y más identificable con el Rock & Roll una canción de Swing o Jump Blues de los años 40, que el Blues Eléctrico que tocaba Muddy Waters en los 50.
A las pruebas me remito. Escuchad esta canción:
MUDDY WATERS “Rollin’ & Tumblin’” (1950)
Comparadla ahora con esta canción de 1946 de Louis Jordan:
LOUIS JORDAN – “Ain’t That Just Like A Woman” (1946)
¿Cuál os parece más relacionada con el sonido más rocanrolero, digamos, de Chuck Berry (en “Johnny B. Goode”, por ejemplo)?
En mi opinión, la de Louis Jordan.
¿Quiero decir con esto que el Blues es poco relevante en la historia del Rock & Roll?
¡Ni mucho menos! Lo que quiero mostrar es que existen otros estilos musicales importantísimos al respecto, y que si analizamos la evolución, y si contextualizamos, no podemos dejarlos a un lado. El Blues de Mississippi o de Chicago es, en cierto sentido, el alma del Rock & Roll, pero también ha sido el alma de otros estilos musicales posteriores a aquél, y que evolutivamente propiciaron el advenimiento del Rock & Roll. La canción que habéis oído de Louis Jordan es pura alma Blues, sin duda, pero incorpora otros elementos que no están presentes en la canción de Muddy Waters. Por eso, para comprender los orígenes del Rock & Roll no podemos limitarnos a hablar del Blues.
Dicho esto, ¿qué es el Blues? Difícil responder. El Blues es una forma musical con origen en los siglos de esclavitud negra en Estados Unidos. Tiene una innegable herencia africana en el ritmo, en la melodía, en la llamada y respuesta, y en el uso de la “blue note”. Surge probablemente de estilos orales, incorporando con el paso del tiempo acompañamientos instrumentales, hundiendo sus raíces en los cantos de trabajo y en la música religiosa afro-americana, pero tomando también influencias melódicas y armónicas de la música folk europea (irlandesa y escocesa, fundamentalmente).
Como arte y forma de expresión propia de gente pobre y marginada, no fue grabado hasta los años 20, pese a existir desde mucho antes. De hecho, antes nos encontramos con grabaciones de Jazz de los años 10 con la palabra “blues” en el título que con grabaciones de Blues, como estilo musical propiamente dicho.
Más aún, las primeras grabaciones de canciones de Blues representan su faceta más orquestal y más enfocada al entretenimiento y al vaudeville (los primeros registros sonoros de Blues fueron a cargo de cantantes femeninas, negras eso sí, de cabaret).
No es hasta finales de los años 20 y en los 30 cuando se plasma en disco el Blues Rural, o Country Blues, que supone un reflejo más fiel de lo que el Blues fue en origen.
Tened en cuenta que la música propia de un contexto rural no varía en exceso con el paso del tiempo y, por ello, escuchando Blues de los años 30, podemos hacernos una buena idea de cómo sería éste décadas atrás
Pese a todo, obviamente el Blues de 1900 no sonaría igual que el de 1925, pero es la representación más parecida a la que podemos acceder.
A nivel instrumental, la mayor diferencia entre uno y otro posiblemente radique en el progresivamente menor uso del banjo en favor de la guitarra. Como curiosidad, decir que el banjo, pese a que ahora esté más asociado a músicos blancos y al country, fue inicialmente tocado principalmente por negros, que lo identificaban con instrumentos africanos de cuerda muy similares, no siendo adoptado por los blancos hasta décadas más tarde.