Reconversión. Tiempos duros, tiempos de punk.

Obreros se enfrentan a la policía, ganaderos ejecutan a sus reses por la reducción de las cuotas lecheras, comarcas enteras se convierten en pueblos fantasmas, el paro asola a la juventud…sentimientos encontrados, rabia, desafección, apatía…

Los 80’s. Chupas de cuero, no future y heroína. Tiempos duros para la clase trabajadora. No estamos en el Reino Unido, la embestida no viene de un partido conservador, sino de un gobierno que era la esperanza de la izquierda. Esta historia no habla de mineros del norte de Inglaterra, de skinheads, ni de inmigrantes jamaicanos. Esta historia nos pilla más cerca. Nuestra Margaret Thatcher fue Felipe González.

Ilegales – El norte está lleno de frío. (1985)

En la calle hay coches ardiendo / los parados se están divirtiendo
El norte está lleno de frío / y siempre llueve en Domingo
La policía está en peligro / y siempre hay detenidos.

A finales de los setenta en occidente se impone la visión neoliberal. Sus embajadores: Margaret Thatcher, Ronald Reagan, Karol Wojtyla abren las puertas al capitalismo salvaje, a la desregulación. El estado relegado a un ente represivo encargado de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias.

El PSOE tras su victoria en las urnas en 1982, heredaba los deberes que la UCD, ante la inestabilidad social y política fruto de la transición, se había dejado por hacer. Las medidas urgían, y las exigencias a España para la entrada en la Comunidad Económica Europea iban a sentenciar al tejido industrial y agrícola del país.

La reconversión industrial sentaría los cimientos de lo que vendría después. Regiones enteras desoladas, paro, precariedad, corrupción y un país sometido a los caprichos del turismo y la especulación.

No hay sitio para ti

Sectores como el naval, los aceros, la industria química, empezaron primero a sufrir ajustes, luego planes de reducción de plantilla y finalmente el cierre ¿y dónde estaba la reconversión? la alternativa era emigrar o abrir un bar con la indemnización, el que la tuviera. La estampa era demencial. Zonas que otrora bullían actividad, se convertían en parajes muertos. Edificios y talleres abandonados. Una población ahogada en el paro y la apatía. Las comunidades se derrumbaban, el alcohol y la heroína regaban los escombros.

Zarama – Ezkerralde (1985)

Las flores se ocultan / en el país de las ratas
El sol no calienta / la fábrica no produce
Obreros de gesto triste / fuman sus problemas en trenes sucios
Hoy es peor que ayer

La juventud sin perspectivas de futuro, era víctima indirecta de esta vorágine destructiva. El punk y su mensaje nihilista caló hondo. Las viejas zonas industriales, como la margen izquierda de Bizkaia hervían de jóvenes irreverentes. Imperdibles, parches y atuendos imposibles, recién traídos de Londres. La rabia y la animadversión eran directamente proporcionales a la desafección que sentían. Allí se incubaron algunas de las bandas más emblemáticas del punk estatal: M.C.D. Parabellum, Zarama, Las Vulpess o Eskorbuto . Rabia, sudor y vísceras. En sus letras se capta la esencia de una época.

En la calle hay coches ardiendo

El ataque al que se vio sometido la clase trabajadora pilló a contra pié a gran parte de las fuerzas sociales. Cuarenta años de dictadura no habían pasado en balde. Los sindicatos prácticamente acababan de ser legalizados y aun estaban organizando sus cuadros, también existía  el temor a que una fuerte confrontación al PSOE hiciese de pinza y fortaleciese a la derecha. Aún así hubo movilizaciones importantes que consiguieron reactivar el espíritu de lucha y poner en una situación comprometida al gobierno.

Tan pronto como empezaron a conocerse las intenciones, empezó la fiesta. Asturias se lanzó a la huelga general en el 82 y el 83, en cuanto se supo de los planes para cerrar la siderurgia Ensidesa. Los trabajadores de Altos Hornos de Vizcaya hicieron lo propio. Sagunto vivió una huelga general para evitar el cierre de sus altos hornos, llegando a retener en la fábrica al director de empresa y consiguiendo que fracasara el intento de liberación por parte de los GEO’s. Cádiz, Galicia… en defensa del sector naval. La confrontación se extendía como un reguero de pólvora llegando a todo rincón con intereses industriales. Enfrentamientos y movilizaciones durísimas, destacando la  negativa del PSOE a cualquier intento de negociación.

Os resentidos – Sector Naval (1986)

Mira nena  / Son como o sector naval,uuah
Hei,hei, resistirei /Hei,hei, resistirei
Astano, ascom, solución

Las huelgas se contaban por miles, detenidos, represión, heridos e incluso muertos. Durante las  movilizaciones de los astilleros Euskalduna en Bilbao, la Policía Nacional empleó una fuerza desproporcionada contra los trabajadores, abriendo fuego y causando la muerte de un obrero por impacto de bala y la de otro que sufrió un infarto al oír las ráfagas de metralleta. El país entero quedó conmocionado. Las imágenes de la policía tomando por asalto el astillero, agrediendo a los trabajadores y destrozando las sedes de los sindicatos, traían los peores recuerdos de la dictadura.

Guardia Civil arrinconada. Reinosa. Primavera del 87.

Otro momento especialmente duro tuvo lugar en el pequeño municipio cántabro de Reinosa. La comarca que ya estaba sufriendo los efectos de la reconversión entendió que los planes del gobierno de cerrar Forjas y Aceros, podía apuntalar definitivamente a la región. Los trabajadores en huelga retuvieron al director de la fábrica para forzar al PSOE a negociar. Pero este optaría por la vía de la fuerza. El empleo de la Guardia Civil para reprimir a los obreros, provocaría la respuesta de todo el pueblo, llegando las fuerzas de seguridad a perder completamente el control de la situación: varios guardias civiles acabaron capturados y perdieron sus armas. La imagen de unos guardias acorralados ante una lluvia de piedras incendió la prensa nacional, dando pié a una operación de venganza contra la población. Un despliegue inusitado de fuerzas del orden pondría al pueblo en estadio de sitio, sometiendo a una violencia desproporcionada a sus habitantes. El resultado sería una multitud de personas heridas, destrozos en casas y mobiliario y el fallecimiento de un trabajador por asfixia al dispararle la guardia civil multitud de botes de humo mientras se escondía de ellos en un garaje.

Un pueblo que naufraga

Las cicatrices de esos días aun se pueden contemplar por todo el Estado. No solo fue una guerra contra un sector, fue la imposición de las políticas neoliberales, la constatación de la precarización como forma de empleo. Margaret Thatcher declaró la guerra a los mineros y sindicatos, el PSOE lo hizo a todo el sector industrial. Las consecuencias están hoy al alcance de la vista. Las promesas incumplidas.

Las viejas fábricas se han convertido en edificios desconchados llenos de graffitis, otras zonas han sido objeto del pelotazo urbanístico… El puerto convertido en un resort, el viejo muelle industrial hoy es un museo de arte contemporáneo, los monos de trabajo han sido sustituidos por las camisas estampadas de los hipsters que van al BBK. Desde luego que todo está irreconocible. ¿Ya no hay ratas en Bizkaia? Ni ratas, ni industria, ni futuro.

Eskorbuto – Ratas en Bizkaia

Somos ratas en Bizkaia / Somos ratas contaminadas
y vivimos en un pueblo / que naufraga, fraga, fraga.

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