Carandiru (2003). Héctor Babenco
De la pocas películas que encuentro a la altura de Ciudad de Dios. La Casa de Detenciones de Sau Paulo, comúnmente llamada Carandiru, es la cárcel más grande de Latinoamérica y sufre una gran superpoblación en sus celdas, imaginaos que hervidero. En ella entra a trabajar un doctor para empezar un programa de prevención del SIDA, antes de la terrible fecha del 2 de octubre de 1992, día de la Masacre.
La narrativa se vertebra a través del trabajo diario del doctor, donde se van presentando los diversos y pintorescos presidiarios. Usando flashback, podemos ver las intrépidas vidas de estos personajes antes de ingresar en la penitenciaría y que les condujo a ella. Esta ambientación doble, nos permite comprender la realidad social de la lúgubre cárcel, como las barriadas de donde proceden, con todos sus aspectos agridulces, sin perder el hilo. Muchos de los actores tienen una presencia tal, que crees que estás ante un criminal de verdad.
Un dato curioso, es que la película llevó un total de 3 años en producirse. Babenco reunió una gran cantidad de los actores más prestigiosos de Brasil y los mezcló con una remesa de principiantes, que estuvo aleccionando durante meses en talleres. Utilizó más de 40 localizaciones, muchas movilizaciones de extras y kilómetros de metraje. El resultado no desmerece de tan arduo esfuerzo.