John Zorn, saxofonista neoyorkino de etnia judía es, desde mediados de los años 80, uno de los músicos más prolíficos que podamos encontrar, participando en decenas y decenas de grabaciones, junto a diferentes conjuntos, ya sea como intérprete de su repertorio, como compositor que dirige a la formación, o como productor bajo su propio sello discográfico. Si la cantidad es un elemento destacable en la carrera de Zorn, no lo es menos la calidad y la variedad de los estilos presentes en su obra, que desde el Jazz como filosofía central, se acerca a músicas tan dispares como la música clásica, la música tradicional hebrea, la música ambiental, las bandas sonoras o incluso a estilos de metal extremo como el grindcore, nada menos.
¿Un músico de Jazz que aprecia el grindcore? Lo que pudiera parecer un contrasentido se justifica aquí por el entendimiento que Zorn hace de los estilos más abrasivos del metal, poniendo el foco en la gran complejidad técnica que admiten y en una más que interesante riqueza cromática. De las varias bandas que ha conformado John Zorn en su vertiente metalera, destacaremos hoy Naked City, que entre 1989 y 1993 practicaron una mezcla nunca vista de música surf, rhythm & blues, metal, jazz y todo lo que se les pusiera por delante. Además, no podrán ser culpados de incorporar estilos de una forma superficial o pretenciosa, siendo la altura musical de la banda totalmente destacable, dominando con maestría cada género interpretado.
Naked City, disco debut de 1989
Su disco debut, titulado simplemente Naked City, es posiblemente el más recordado, por ser el que les dio a conocer, aunque fuera únicamente dentro del circuito underground de NY. En él se alternan temas de 2 a 4 minutos, de corte más clásico, con intervalos aquí y allá de auténtica devastación, en forma de piezas muy breves, de pocos segundos de duración. Como en toda su corta trayectoria, la música es esencialmente instrumental, a excepción de alguna colaboración puntual del cantante japonés Yamatsuka Eye, el cual evitaba cualquier idioma reconocible, berreando y gritando como un descosido.
En Grand Gignol se repite una fórmula similar, si bien la composición que da nombre al álbum ocupa los primeros 17 minutos de la obra. Algunos de los temas más cañeros y breves de ambos discos fueron recopilados en el apocalíptico Torture Garden (en realidad publicado con antelación a Grand Gignol), con 42 temas condensados en apenas 25 minutos. Pese a lo aparentemente limitado que podría parecer el formato, con canciones que en algunos casos no pasan de los 30 segundos, queda patente en el álbum el nivel compositivo de Zorn, consiguiendo una perfecta fluidez y un desarrollo totalmente equilibrado que en ningún momento aburre. Dos de las pistas, Bonehead y Hellraiser fueron incluidas muy acordemente en la banda sonora del film Funny Games, de Haneke (tanto en la versión original de la película como en el remake estadounidense).
Bonehead, uno de los temas incluidos en la BSO de Funny Games
En Heretic, su tercera referencia de estudio (sin contar la recopilación Torture Garden), la psicosis no disminuye lo más mínimo, y si bien los pasajes de tralla metaloide prácticamente desaparecen en este trabajo, tampoco se incluyen los agradables contrapuntos instrumentales más relajados de los discos anteriores. De esta manera, el resultado se acerca más al de un disco «moderno» de free jazz, lleno de improvisaciones, agradeciéndose varias escuchas sucesivas en un modo pasivo. Nuevamente los sonidos servirían de acompañamiento para un largometraje retorcido, en este caso, para el sadomasoquismo independiente de Jeux des Dames Cruelles.
La banda vuelve a reinventarse en su siguiente lanzamiento, Leng Tch’e, de 1992. El enfoque es el mismo que hasta ahora: una portada más que censurable (en este caso una fotografía antigua que muestra una tortura/ejecución bajo la técnica china denominada «muerte por mil cortes», que es lo que el título significa), representativa de una temática violenta presente, como en todos los discos de la banda, pero presentada de una forma más artística, siendo contextualizada cultural y filosóficamente (mediante referencias escritas en el libreto que acompaña al disco) de una forma más adulta que en la generalidad de discos de la escena metal que pudieran recurrir a imágenes e inspiraciones similares.
Musicalmente el trabajo es sobretodo una curiosidad, no tratándose de un larga duración al uso (es un EP), y constando de un único tema de poco más de 30 minutos de duración, que se mueve entre el drone y el sludge metal, anclado en una melodía pesada que se repite con no muchas variaciones a lo largo de toda la pieza, incorporando sobre ello multitud de acoples de guitarra, así como crescendos de batería que parecen anunciar un final que nunca llega, y los desesperados chillidos de Yamatsuka Eye en determinados momentos. Nuevamente es un disco que recomiendo más para escuchar de fondo que para escuchar activamente.
Radio, el disco con el cual Naked City volvió a sus orígenes
En 1993, John Zorn y Naked City presentan el LP Radio, con el cual retornan a la fusión y mezcolanza de sus primeros pasos, en mi opinión demostrando que es sin duda a lo que mejor juegan, introduciendo de manera ecléctica y frenética constantes variaciones de estilos, a veces incluso dentro de una misma canción. Como punto especial respecto a publicaciones anteriores, supuestamente Radio muestra el abanico de estilos a los que la banda recurre habitualmente, en una secuencia que avanza de lo más amable y digerible, a lo más estridente y volcánico, queriendo servir de una especie de guía introductoria para nuevos oyentes del grupo.
Antes de disolverse, el conjunto sacaría a finales de ese mismo año el super oscuro y ambiental Absinthe, en una enésima experimentación sonora, que no consigue alcanzar la magia de Naked City, Torture Garden o Radio, el triplete que mejor representa el fantástico potencial de uno de los infinitos proyectos en los cuales se involucró John Zorn. Un buen complemento a sus grabaciones de estudio lo tenemos en el directo Naked City Live, Vol. 1: The Knitting Factory 1989, publicado años después en 2002, y que recoge un genial concierto del grupo en su periodo formativo, antes incluso de haber lanzado su primer trabajo.
BONUS: En el apartado de vídeo, el registro de mayor calidad que pueda verse en la red sea posiblemente éste:
Discografía parcial:
1989 – Naked City Live, Vol. 1: The Knitting Factory 1989
1990 – Naked City
1990 – Torture Garden
1992 – Grand Gignol
1993 – Radio