Leyendo mis artículos de Orígenes del Rock (subidos a la antigua página de SinPunktoFijo, y que se irán subiendo aquí poco a poco), uno podría tomarme por un talibán de la música negra que sobrevalora tremendamente la influencia afroamericana en los cimientos del Rock, y que menosprecia los inputs de artistas blancos, como si estos últimos fueran meros «ladrones» de ideas que descafeinaban las auténticas raíces.
Por el contrario, TODOS los grupos que había reseñado hasta ahora en esta sección de Bandas Alienígenas estaban compuestos por músicos blancos (o asiáticos) al 99%. ¿Cómo puede ser esto posible si tan «racialmente sesgadas» parecían mis opiniones? Una respuesta simple y rápida sería que las bandas que suelo incluir en esta sección pertenecen a escenas como el post-punk, la psicodelia o el kraut-rock, con un alto componente conceptual, así como con un fuerte influjo de otras disciplinas artísticas como el cine o la literatura, siendo en definitiva unas formas musicales relativamente alejadas de las raíces, y que históricamente han tenido mayor calado entre la población blanca por diversas razones sociológicas.
Con todo, existen excepciones, y hoy os traemos una de ellas. Un colectivo de músicos negros que no tuvieron ningún complejo en combinar música de altísimo nivel (lo primero es lo primero) con toda una parafernalia absolutamente psicodélica y espacial, incluyendo ciertas dosis de humor en algunos momentos. El resultado es uno de los movimientos más estéticamente extravagantes y más musicalmente espectaculares de los años 70.
La principal mente creativa detrás de todo ello era George Clinton, cuya imagen más familiar para nosotros quizas sea ya entrado en años, con barba canosa y rastas multicolor. No obstante, la historia comenzó mucho tiempo atrás cuando lideraba el movimiento P-Funk, compuesto esencialmente por los conjuntos Parliament y Funkadelic. Existe además una prehistoria, en este caso, consistente en el grupo The Parliaments (con «The» y en plural, a diferencia de su germinación posterior), que entre 1959 y 1969 ejecutaron un doo-woop y un rhythm & blues que pasaría relativamente desapercibido hasta 1967, año el que firman el single de éxito (I Wanna) Testify.
Ya bajo el nombre de Parliament desde 1969, Clinton se embarcará en una carrera estelar con un buen puñado de discos de éxito, tanto creativo como comercial, generando vanguardia y marcando el camino para muchos de sus cohetáneos, siendo una influencia todavía presente en el hip-hop a través del sampling. Problemas legales harían que se viera forzado a operar bajo las ya mentadas denominaciones de Parliament y Funkadelic, siendo constante la rotación y el traspaso de músicos entre ambas. Todo ello unido a algunas colaboraciones cercanas a su órbita gravitacional, como en los discos en solitario de algunos de los músicos de P-Funk (como Eddie Hazel o Bootsy Collins, entre otros).
El debut consistió en el homónimo Funkadelic de 1970, con su fantástica mezcla de soul con guitarrazos y efectos de estudio inspirados en el Hendrix más psicodélico del Electric Ladyland (como por ejemplo en el largo tema Mommy, What’s A Funkadelic? que abre el álbum). Como en otros muchos discos de P-Funk, son varios los estilos representados, y debido al gran número de geniales músicos y vocalistas alternantes, el resultado es absolutamente espectacular. Auténticas joyitas como I Bet You, I Got A Thing, You Got A Thing, Everybody’s Got A Thing o What Is Soul?
Poco después vería la luz el LP Free Your Mind And Your Ass Will Follow, que comenzaría otra vez con una canción larga que mostraría al grupo en su versión más psicodélica y experimental, en la propia Free Your Mind And Your Ass Will Follow, grabada por la banda tras haber tomado ácido. La canción ocupa un tercio de todo el álbum, e introduce la subversión de temas cristianos de herencia góspel. El siguiente lanzamiento del movimiento P-Funk sería por fin el debut discográfico de Parliament con Osmium de 1970. Una obra similar a las dos anteriores publicaciones de Funkadelic, donde la amplitud de estilos contemplaba desde el Góspel (con la preciosa Oh Lord, Why Lord/Prayer), el rock cuasi-sureño de Red Hot Mama, el pegadizo groove a lo Coasters en Nothing Before Me But Thang, o la increíblemente preciosa e introspectiva The Silent Boatman.
Habiéndose ganado ya el respeto de toda la escena, George Clinton y su tropa agrandaron aún más su nombre gracias a su siguiente trabajo, el aclamado Maggot Brain de 1971. Nuevamente, canción de en torno a nueve minutos como pistoletazo de salida, con el venerado sólo de guitarra de Eddie Hazel en el tema homónimo. El resto del álbum es puro Funkadelic con composiciones como You and Your Folks, Me and My Folks o con la rockera y nuevamente hendrixiana Super Stupid.
A este gran momento con Funkadelic le seguiría unos años de tremendo éxito con Parliament, principalmente con el bombazo que fue el Mothership Connection de 1975, que incluye la archiconocida Give Up The Funk, y la pegajosa y pegadiza Mothership Connection (Star Child). También funcionó muy bien el Funkentelechy Vs. The Placebo Syndrome de 1977, pero en menor medida. A continuación, volvería a ser el turno de Funkadelic, a los que le llegaría nuevamente otro grandísimo pico creativo con el clásico generacional One Nation Under A Groove. De nuevo, es el primer tema el que da título al disco. Y pese a la habitual rotación de músicos, la banda es como una franquicia de George Clinton, sonando siempre como una máquina muy bien engrasada. Un momentazo del LP es la chispeante Who Says A Funk Band Can’t Play Rock Music?
En definitiva, una banda con una tremenda discografía, que dejó un gran legado siendo una innegable influencia para los nuevos sonidos de décadas posteriores, como el hip hop.
Discografía parcial FUNKADELIC:
1970 – Funkadelic
1970 – Free Your Mind, And Your Ass Will Follow
1971 – Maggot Brain
1978 – One Nation Under A Groove
Discografía parcial PARLIAMENT:
1970 – Osmium
1975 – Mothership Connection
1977 – Funkentelechy Vs. The Placebo Syndrome