The Lambrettas – Beat Boys in the Jet Age

Artista: The Lambrettas Álbum: Beat Boys in the Jet Age
Año de publicación: 1980 Sello: Rocket

The Lambrettas ocupan un lugar de honor en el superpoblado mundo del Mod Revival, un mundo que si bien es cierto vive bajo la eterna sombra de Paul Weller, su exploración bien merece el esfuerzo y sirve para alimentar al pequeño gusanillo con parka que llevamos dentro.

La banda que nos ocupa surgiría no muy lejos de las playas de Brighton, donde tuvieron lugar las algaradas entre mods y rockers que fueron inspiración a la ópera rock de los Who, Quadrophenia y que daría pie a la película del mismo nombre dirigida por Franc Roddam. Unos sucesos magnificados y amartillados por la prensa, cuyo relato más parecía la batalla de Constantinopla que una tangana juvenil.

Sirviéndose de lo icónico, en su nombre y en la estética. Sus andazas pronto llamaron la atención, su single Poison Ivy, una versión del emblemático tema de los Coasters con un deje skatalítico, les llevó de la mano a un reconocimiento temprano, fimarían por Rocket Records, el sello británico del puto Elton John. Con los temas Da-a-ance y Another Day, Another Girl, definirían su sonido y dejaban la golosina lista para lo que sería su primer disco Boys in the Jet Age.

Es admirable el nivel que alcanzan en su debut,  la buena mano a nivel de producción, pero también la calidad compositiva de Jeremy Bird y Doug Sanders, que captan la esencia del género dejando canciones memorables como Leap Before you look, Living for today o Cortina MKII.  No hay que alargarse más, el conjunto del disco es redondo, y cualquier amante del rollo, no tendrá repars en situarlo entre sus favoritos.

A pesar de todo, un comienzo prometedor no asegura nada. La cosecha de su primer álbum sirvió de poco, su siguiente disco, Ambience, fue como una granizada para su carrera. La disolución de los Jam en 1982, podía dar a entender que el tiempo del revival mod había terminado, The Lambrettas, así lo creyeron y apostaron por abrirse a una audiencia más amplia, ejerciendo el gualtrapismo musical y derivando hacía un sonido más popero, descafeinado, que acabaría defraudando a sus seguidores y obteniendo la indiferencia del público mayoritario. Se quedaron en tierra de nadie, llevandoles poco más tarde a la disolución.  Así son las cosas.

Componentes: Jez Bird (Guitarra y voz principal); Doug Sanders (guitarra, voz principal); Martin Drover (bajista); Paul Wincer (batería)