Desmond Dekker – Israelites

Israelites es una de las canciones más populares de la música jamaicana, se trata de uno de esos hits que trascienden al artista y acaban formando parte de la cultura popular. Compuesto por Desmond Dekker en 1968 y publicado ese mismo año, traspasó las fronteras llegando a copar los puestos más altos de las listas de éxitos de Estados Unidos y varios países europeos. Sin embargo a pesar de su popularidad su mensaje resultó bastante críptico para gran parte del público de esos países,  ya que la letra bebe directamente de elementos religiosos y populares muy arraigados en Jamaica, como son el rastafarismo y la subcultura rudeboy.

¿Israelitas en Jamaica?

La cadencia sincopada bajaba el ritmo de las pulsaciones y hacía propenso el baile, de ahí su aceptación.  Pero como decíamos, su letra era bastante marciana, en parte por las alusiones a elementos propios de la cultura jamaicana y en parte por el empleo de una jerga que hacía incomprensible el mensaje para muchos anglosajones. En sus entrevistas, Desmond Dekker, era preguntado frecuentemente sobre el significado que escondía la letra:

Habla sobre lo dura que es la vida en Jamaica, de la opresión que sufrimos, igual que los Israelitas que Moisés conducía a la tierra prometida.

Era una forma de decir a la gente que no se diese por vencida, que las cosas mejorarían. No la escribí sentando en un piano o mientras tocaba la guitarra. Fue mientras daba un paseo por el parque comiendo palomitas de maíz y escuché a una pareja discutiendo sobre problemas económicos. Ella le decía que necesitaba más dinero y él replicaba que con el trabajo que tenía no le daba para más. Me quedé con esto, y empecé a componer en mi cabeza una canción que empezaba con lo de ‘te levantas por la mañana y eres esclavo del pan’. Cuando llegué a casa ya la tenía.

Desmond Dekker

Las ilusiones que había traído la independencia de Jamaica, pronto sucumbieron ante la cruda realidad: pobreza, miseria y pocas oportunidades para un pueblo sometido a unas elites corruptas vendidas a la metrópoli. La marginalidad propició la aparición de pandillas juveniles relacionadas con la violencia y la criminalidad pero también con la música, tiempos de rocksteady y ska. Eran los rudeboys que exhibían una estética característica, influenciada en gran parte por las películas de gangsters. Se trataba de una subcultura que hizo de la penuria una virtud, llevando la fiesta a las calles ante las trabas económicas para asistir a los locales. Desmond Dekker conocía de primera mano esta realidad, primero como currante había sufrido las escaseces impuestas por un triste jornal y después como músico, fue partícipe de la válvula de escape que suponía la música para muchos jóvenes de las calles de Jamaica.

Entre toda esta caterva de desposeídos, también se encontraban los rastafaris, miembros de un movimiento religioso que emergió en la isla durante los años 30’s y que desde entonces se encontraban en el más bajo escalafón social. La doctrina rastafari adopta elementos de las religiones abrahámicas,  sobretodo del judaísmo y creen firmemente que son descendientes de una las doce tribus perdidas de Israel que acabaría fundando el Reino de Etiopía allá por el siglo X antes de cristo. Por lo tanto se consideran israelitas y entienden que ellos y las personas de raza negra que viven en el exilio, en babilonia, es decir en occidente, sufren una diáspora que es la causante de su situación y que esta no cambiará hasta que retornen a la tierra prometida, osease Etiopía.  La importancia de la música es vital para los rastas, le otorgan características místicas y propiedades curativas. Es también un vehículo para enfrentarse al poder establecido. Se puede decir que están en su elemento en medio de la emergente escena musical y popular que tiene lugar en los años sesenta en Jamaica y al ser partícipes, consiguen introducir parte de sus visiones y doctrinas.

El ska, el rocksteady y posteriormente el reggae se nutren de ese intercambio cultural entre jóvenes, pandilleros, fiesteros y rastafaris. Desmond Dekker que forma parte de esa escena,  plasma en Israelites una realidad social, sirviéndose de elementos y referencias que conforman el ambiente de las calles : referencias a la pobreza y la dura situación del pueblo (esclavos del pan, atuendo desaliñado…), las alusiones a los rudeboys y la delincuencia (no quiero acabar como Bonie and Clyde…) y la cosmovisión del rastafarismo que lleva finalmente a ver a sus paisanos como un pueblo maldito que tiene que buscar su sitio. ¡Pobres israelitas!


Letra traducida

Me levanto por la mañana, esclavo del pan, oh Señor
Todas esas bocas que hay que alimentar
Pobre de mi, Israelitas.
Me levanto por la mañana, esclavo del pan, oh Señor
Todas esas bocas que hay que alimentar
Pobre de mi, Israelitas.
Mi mujer y mis hijos, hicieron las maletas y se fueron
Querido, dijo, fui un regalo para ti
Pobre de mi, Israelitas.
La camisa rasgada y los pantalones destrozados,
No quiero acabar como Bonnie y Clyde
Pobre de mi, Israelitas.
Después de la tempestad debería venir la calma
Me pillaron el cortijo
Porque sonó la alarma
Pobre de mi, Israelitas.


Letra Original

Get up in the morning, slaving for bread, sir
So that every mouth can be fed
Poor me Israelites, ah
Get up in the morning, slaving for bread, sir
So that every mouth can be fed
Poor me Israelite
My wife and my kids, they packed up and leave me
Darling, she said, I was yours to be seen
Poor me Israelites
Shirt them a-tear up, trousers is gone
I don’t want to end up like Bonnie and Clyde
Poor me Israelites
After a storm there must be a calm
They catch me in the farm
You sound your alarm
Poor me Israelites

 

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