Sangre en Astorga

Para quien no conozca Astorga, la describiría como una ciudad cuanto menos peculiar. Enclavada en un cruce de caminos en plena Ruta de la Plata y Camino de Santiago; fundada por los romanos para combatir a los astures. Un lugar estratégico y monumental que con el paso de los siglos se ha convertido en un sitio que, para su tamaño y (cada vez menos) habitantes, rebosa cultura y “personajismo” puro y duro.

En efecto, aún no he conocido a nadie de Astorga “normal”. Y lo digo en el buen sentido. Está llena de gente auténtica y extravagante, cuál puerto de mar. Esto es mi opinión subjetiva. Por supuesto, también hay un fuerte componente feudal y “meapilas”, no en vano mantiene su propio Seminario y Obispado, así como numerosos de conventos . Una ciudad a lo “Vetusta” en pleno siglo XX y XXI. Ello produce múltiples contradicciones e interesantes situaciones, como las de esta noticia de 1979.

Recorte recuperado por Javier Kinkman (muy recomendable seguirlo)

En las fiestas de ese año se produjeron unos «desórdenes públicos» en la ciudad tras la suspensión de un concierto de «Roc»  por parte del Alcalde, que consideraba el evento «impropio de una ciudad decente”,  acusando a «esos melenudos” de “ensuciar nuestra ciudad«.

«Al extenderse la noticia de la suspensión del concierto, casi un centenar de jóvenes se concentraron en las puertas del Ayuntamiento, en cuyo interior se celebraba una reunión. Los jóvenes allí presentes, a la vez que pedían la dimisión del alcalde, intentaron agredirle, por lo que tuvo que hacer acto de presencia la Policía Nacional». En la fotografía de cabecera podéis ver las pancartas «Alcalde facha, atiende al rock» o «Prometéis y no cumplís, donde esta el rock»

En ese particular entorno creció durante algún tiempo la famosa familia Panero. El padre Leopoldo Panero, poeta referente del régimen franquista e hijo predilecto de la ciudad. Su esposa, Felicidad Blanc, a su sombra en esa sociedad patriarcal que nunca la valoró justamente.  Y sus tres hijos Leopoldo María, Juan Luis y Michi. A cada cuál más venado y rebelde. Todo esto lo retrata magistralmente la película documental “El desencanto” , de imprescindible visionado y que es tan solo tres años anterior a esta rabiosa manifestación.

Al menos uno de los hijos, Leopoldo María Panero, ha tenido su trascendencia  y referenciación punk. Que se lo digan a la banda alicantina FUTURO TERROR que incluyeron en su disco de debut esta canción basada en uno de sus poemas “El Circo”. 

A día de hoy los restos de toda la familia Panero descansan en Astorga; lugar de peregrinación y escapada recomendada, mismamente cuando vengáis al Purple Weekend, y donde poder tomarse un cocido maragato en condiciones. Y que conste que no lo decimos para reivindicar nuestra merecida paguilla de la Diputación por difundir la cecina de León por todo el territorio nacional.

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