Decía Nietzsche “Este mundo, eternamente imperfecto, (…) es una contradicción eterna.” Y son contradicciones las que me vienen a la cabeza cuando pienso en Hank von Helvete: noruego de pelo negro y yonki con sobrepeso.
Fue esta adicción a la heroína, y la necesidad de encontrar otro estilo de vida, la que le separó de Turbonegro en 2010. Durante esta búsqueda siguió caminando por la contradicción: punk siendo jurado del reality show “Norway’s Got Talent”, coqueteos con la Cienciología…
Sin embargo, después de 8 años, este camino le ha devuelto a casa. Y es en casa donde estamos cómodos, y Hank está cómodo en el lado socarrón y lascivo del punk-rock.
En noviembre de 2018 sale a la luz “Egomania”, el disco presentación del rebautizado Hank von Hell. Media hora de canciones que recuerdan a su banda madre pero, sorprendentemente, suenan muy frescas.
Energía, guitarreo y coros pegadizos son los mismos elementos que auparon a Turbonegro a la parte superior de los carteles. Parece sencillo, pero no le sale a todo el mundo.
Aunque el disco tiene algunos cortes de glam noventero que personalmente me parecen insulsos, se pueden rescatar 4 o 5 temazos para reventar altavoces como este “Pretty Decent Exposure” en el que habla de su gran amor por los tejones (un saludo para nuestro Tejón particular).
La canción es sobre mi espíritu animal, el Tejón de Miel, que no le importa nada. Es feroz, asqueroso, astuto… como yo. Amo a esos bastardos, así que les hice una canción. Aquí el tejón acecha por el pueblo enseñando su pene. Pero en lugar de llamarlo exposición indecente, es una muy decente exposición. Solo porque no le importa nada, ¿ya sabes?’.
El disco tiene una producción meticulosa y aunque algún purista eche de menos aquella suciedad punk lo cierto es que da gusto ver a los grupos punk evolucionar y aspirar a sonar mejor. Tanto está evolucionando Hank von Hell que está a punto de pasarse de frenada y caer de nuevo en su eterna contradicción; en Marzo concursará por representar a Noruega en Eurovisión 2019. ¿Cómo te quedas?