Artista: The Jam
Álbum: In The City
Año de publicación: 1977
Sello: Polydor
2. I’ve Changed My Address
3. Slow Down
4. I Got By in Time
5. Away from the Numbers
6. Batman Theme
7. In the City
8. Sounds from the Street
9. Non-Stop Dancing
10. Time for Truth
11. Takin’ My Love
12. Bricks and Mortar
Anything that you want to do, anyplace that you want to go
Don’t need permission for everything that you want
(Cualquier cosa que quieras hacer, cualquier lugar al que quieras ir,
no necesitas permiso para hacerlo)
Un estallido de rabia juvenil. El punk con la vista puesta en los 60’s. Paul Weller, Bruce Foxton y Rick Buckler izaban las banderas del movimiento Mod en plena eclosión punk.
La base rítmica martillea y dibuja melodías, la Motown está presente. Weller desgarra las notas de su guitarra de tal forma que es imposible no pensar en los Who y Pete Townshend. El punk está en la vuelta de la esquina, pero su estética recuerda a los Small Faces ¿esto qué es? ya dijimos que con The Jam volvían los 60’s.
Su primer single, In The City les había colocado en una posición destacada. En medio de la vorágine del punk y la multitud de bandas emergentes que colapsaban la escena musical de Londres, The Jam iban a establecerse como uno de los referentes. Enérgicos pero sin llegar a la visceralidad de los Sex Pistols, sutiles en sus composiciones, sin entrar en lo explícito del mensaje de los Clash. Seguían su propio camino, se mostraban escépticos con el nuevo movimiento, y por qué no decirlo, desencantados, su origen de clase obrera, les hacía desconfiar de aquellos universitarios pequeño burgueses que se habían apuntado a la moda.
Art School abre el álbum, una patada inconformista, un rebullir adolescente que quiere desatarse las correas. Vístete como quieras, que no te digan lo que tienes que hacer… A un ritmo endiablado se van desvelando las inquietudes juveniles, miedos, incertidumbres, la alienación frente a la gran ciudad. Entre medias una versión de Larry Williams, Slow Down, homenaje al rhythm and blues, nostalgia sesentera. Bailando para levantar la pesadumbre, para apartar las decepciones de un mundo hostil para los jóvenes… bueno, y no tan jóvenes.
Punk con clase, retazo del 77. Punto de partida de una de las carreras más prolíficas de la música británica, Paul Weller, The Modfather.