Antonio B, ciudadano de tercera

Estos tiempos invitan, a veces, a ser bueno y hogareño. Para esos momentos de hibernación, nos tomamos la libertad hoy de recomendar una buena lectura con la novela «Antonio B. el Ruso, ciudadano de tercera» (originalmente publicada como «Antonio B el Rojo»).

Esta obra, basada en hechos reales sucedidos en la remota comarca de la Cabrera (León), fue publicada en plena Transición (1979), causando gran polémica.  Sin embargo, con los años fue descatalogada y prácticamente olvidada hasta que, recientemente y para nuestra suerte, ha sido rescatada.

El libro narra en primera persona la biografía de Antonio Bayo desde su nacimiento en La Cabrera (León) a principios de los años treinta hasta los años setenta, una vez acabado el régimen franquista. Resulta ser una máquina del tiempo que nos traslada a un país desconocido para nuestra generación, en la cual zonas enteras estaban casi aisladas del exterior y en la que no había lugar para la inocencia infantil.

Su autor, el vizcaíno Ramiro Pinilla, es uno de los nombres imprescindibles de la narrativa en castellano del siglo XX pero que, en estos tiempos, no está en absoluto reconocido como debiera. Se le recuerda principalmente como autor de «Verdes valles, colinas rojas«, una ambiciosa trilogía -que también recomendamos encarecidamente- sobre la historia reciente del País Vasco.

¿Pero qué hace un vasco escribiendo un libro sobre León?

Pues resulta que el autor conoció casualmente al  protagonista y auténtico Antonio Bayo y transcribió su historia personal, contándola en primera persona  en un tono sobrecogedor, con personajes reales e información fidedigna. Como dice el propio Pinilla, en este relato, Antonio era incapaz de agregar un gramo de fantasía o invención.

Antonio B. tuvo una vida especialmente dura, pues crece en un pueblo de la montaña leonesa más aislada siendo hijo de madre soltera en una familia sumamente pobre. Su existencia se basa prácticamente en hacer todo lo posible por sobrevivir, sobre todo, por comer. Como su madre no tiene tierras para cultivar ni dinero para comprar alimentos, se ve obligado a robar a sus vecinos continuamente lo que le ocasiona múltiples problemas con la Guardia Civil y la autoridad.

En la novela se exploran las dificultades que se vivieron en los pueblos aislados de la montaña tras la guerra civil y durante el franquismo y las consecuencias que el hambre, la desesperación y la incultura pueden tener sobre una generación.

El resultado es profundamente emotivo. Antonio B., a pesar de su analfabetismo, es un indómito nunca dispuesto a someterse, que en esta novela se convierte en un auténtico antihéroe.  Las situaciones superan en crudeza todo lo imaginable, y se convierten en un reflejo fiel de la vida durante la posguerra, de las penurias y calamidades, de los odios y envidias, de la miseria y la lucha por salir adelante y escapar de la represión y de la humillación permanente.

Para muestra de ello, una de las situaciones que cuenta el libro que cuenta cuando el Gobernador Civil de León visitó la Cabrera y llegó en un jeep al pueblo de Antonio B. por los caminos inaccesibles y embarrados de la época. Aunque parezca mentira, en ese pueblo nunca habían visto un vehículo a motor y todos quedaron impresionados. Solo una mujer reaccionó, salió y dejó «un poco de heno» para que comiese la «cansada montura mecánica» del Gobernador. Esta anécdota creó mucha polémica en 1979 en León, por su supuesta falsedad, pero con el tiempo fue confirmada .

Para todos aquellos que provienen de León o del mundo rural -especialmente la Cordillera Cantábrica- la lectura se hace casi obligada para conocer las condiciones de las que venimos y de las que todavía estamos pagando las consecuencias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.